El grupo automovilístico francés PSA Peugeot Citroen ha anunciado que va a suprimir 2.700 empleos en todas sus fábricas y en todas sus direcciones, con carácter voluntario. El argumento de la compañía es el temor a una recesión que está causando el hundimiento de las ventas en Europa y que se prevé que vaya a continuar. La decisión ha coincidido con la del fabricante británico de motores para la aviación Rolls-Royce, que se propone eliminar entre 1.500 y 2.000 puestos de trabajo en el 2009
La reestructuración afecta a obreros profesionales, empleados, técnicos, agentes y directivos, según los responsables de PSA, que subrayan que la disminución de efectivos se hará sin despidos y sin prejubilaciones. La compañía ha explicado que su plan Cap 2010 pretendía un crecimiento de su actividad en los próximos años, pero la crisis financiera e industrial que afecta al conjunto de la economía ha supuesto "una reducción violenta de volúmenes de venta del grupo en los principales mercados europeos".
Las ventas caen un 17%
De ahí este nuevo ajuste, que se suma a las medidas que ya había puesto en marcha, que se habían traducido en reducción de costos, disminución de las capacidades de las fábricas, muchas de las cuales están o van a estar en paro parcial. La compañía francesa, que ha recordado que la crisis acarrea un descenso de las ventas en los principales mercados europeos del orden del 17% en el cuarto trimestre, aseguró que "esta recesión va a continuar en 2009", y avanzó que el retroceso será "de al menos el 10%". El director de recursos humanos, Jean-Luc Vergne, ha insistido en que en este contexto "lo peor sería no hacer nada" porque eso podría poner en riesgo la empresa y sus 200.000 empleos.
En su comunicado, la empresa automovilística indicó que en su planta de Rennes (noroeste de Francia) hay un excedente de unos 900 obreros, ya que los vehículos de gama alta que allí se fabrican son los que más sufren el recorte de las ventas. Por eso van a transferir 900 empleados de Rennes a las factorías también francesas de Sochaux, Mulhouse, Aulnay, Poissy, entre otras. Además se suprimirán 850 puestos de las mismas instalaciones de Rennes, cuyo futuro -según PSA- "no está en absoluto en cuestión", sino que junto al nuevo Citroen C5 que se ha lanzado comercialmente este año, tendrá un nuevo vehículo previsto para finales de 2010.
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