El Chevrolet Volt ya está aquí, pero ¿sabes cómo funciona?
Ayer hemos visto las primeras imágenes del nuevo modelo eléctrico de Chevrolet, un vehículo que estará en las calles en un par de años y que supone todo un reto para la industria automovilística y los consumidores, que deberán decidir si realmente apuestan por los automóviles limpios.
Ahora bien, ¿quien sabría decir, realmente, cómo funciona? Todos sabemos cómo funciona el Toyota Prius, uno de los primeros modelos realmente híbridos en popularizarse: una serie de baterías almacenan la energía eléctrica de sus frenos regenerativos y de su sistema start-stop, que luego utiliza para funcionar sin necesidad del motor de combustión, que también utiliza en cuanto lo requiere. Pero si ahora mismo uno de nosotros se pudiera acercar a un concesionario y comprarse un Volt, ¿sabríamos de verdad lo que nos estamos comprando? ¿Un híbrido, un eléctrico… una mezcla de ambos? Os resolveremos las dudas.
El Volt no es un híbrido
Lo primero que hay que aclarar es que el Chevrolet Volt no es un híbrido. Es decir, no es un Prius. Cuando te mencionen que se van a comprar un automóvil híbrido como el Volt, diles que están equivocados.
Un híbrido necesita dos fuentes de energía (el motor de combustión y una batería) para que el automóvil pueda funcionar, su motor de combustión es, o suele ser, el propulsor principal y le provee de la mayor potencia durante la mayor parte del tiempo. Un vehículo a enchufe híbrido (plug-ing) opera de forma similar, salvo que la recarga de las baterías se realiza enchufándolo a la red eléctrica convencional, una vez que ésta se agota, el vehículo pasa a funcionar por su motor térmico.
El Volt es diferente a un híbrido porque su funcionamiento siempre es eléctrico y se propulsa por una unidad eléctrica.
El Volt es un E-REV
Las siglas E-REV las oirás (y leerás) mucho cuando se hable del Volt. Significa “Extended-Range Electric Vehicle” lo cual se podría traducir como “vehículo eléctrico de radio extenso” o “vehículo eléctrico de largo alcance”; sea como fuere, su significado es muy claro: no es un modelo pensado para circular unos pocos kilómetros y punto, sino que está pensado para circular durante muchos kilómetros (de gran autonomía) eléctricamente.
El Volt también se recarga con la corriente de casa
Como un vehículo eléctrico convencional, el Chevrolet Volt se recarga con la corriente de la red eléctrica. Su prototipo necesitaba 6 horas para recargar completamente las baterías, con lo cual se alcanzaba una autonomía de, aproximadamente, 64 kilómetros. La versión definitiva aún está en pruebas y los datos técnicos de su autonomía y tiempo en cada recarga se sabrán en los próximos meses, puesto que las baterías (de última generación, de Ion-Litio) aún se están testeando. Las cifras actuales son únicamente orientativas.
Esta carga se utiliza para recorridos cortos (por ejemplo, dentro de las ciudades). Con las últimas estadísticas en la mano y teniendo en cuenta el uso del coche en las grandes ciudades, nos encontraríamos que, con el Volt, se funcionaría únicamente en modo eléctrico el 80% de sus compradores durante la mayoría del tiempo.
El Volt también tiene motor de gasolina
Aparte de su pack de baterías, el Volt dispone de un motor térmico (dicho motor fue cambiando desde la fase de prototipo hasta la actualidad. El modelo de pre-producción posee actualmente un motor de 1.4 litros). El motor carece de turbo porque para recargar las baterías no es fundamental, según los últimos estudios del Grupo GM.
Pero el motor térmico (y la célula de combustible) no se requieren para que el coche funcione, su uso es para recorridos largos, donde se requiera una cantidad de energía más grande, o para demanda puntual (más velocidad).
Así es como funciona el Volt
La energía se almacena en el automóvil en un pack de baterías en “T” (colocadas bajo los asientos traseros y en la parte de los asientos delanteros, protegidas por el bajo aerodinámico del automóvil), de ion-Litio, de 16-kWh (kilowatios hora), con ellas se obtiene la energía para propulsarlo en modo totalmente eléctrico hasta 64 km. Para recorridos largos, el Volt usa el motor de combustión cuando la carga de las baterías se haya agotado. Este motor se usa para mover un generador, y puede funcionar tanto con gasolina convencional como con E85, generando la electricidad (solo la electricidad, la potencia la genera la unidad eléctrica, como ya dijimos) durante cientos de kilómetros.
Por lo tanto, y aunque consuma gasolina, el Volt siempre funciona eléctricamente.
Las ventajas del Volt
La primera es obvia: al poder funcionar con baterías, muchísimas personas solamente necesitarán corriente eléctrica y solo de vez en cuando, y en viajes largos, necesitarán recurrir a llenar el depósito de combustible. Esto reduce significativamente las emisiones y el consumo. El ahorro, según estudios de GM y del departamento de transportes de los Estados Unidos, puede significar para algunos conductores el no pagar hasta 2.081 litros de gasolina al año, y ahorrarse a la atmósfera 4.4 toneladas métricas anuales de CO2.
A esto hay que unir el propio consumo de gasolina al mover un generador que al mover todo el vehículo con sólo un motor de 1.4 litros, mientras que en un automóvil de su características la cilindrada usualmente sería mayor. Además, y en este sentido, el vehículo de producción ha aligerado su peso y reducido el tanque de combustible para aumentar su rango de autonomía, que es, actualmente, de 644 kms sin repostar. Además, se ha conseguido reducir el consumo un 20% gracias al nuevo diseño aerodinámico en comparación con el prototipo.
El Volt no es tracción total
En efecto, sus ruedas motrices son las delanteras, no es un modelo de tracción total como los concepts con motor eléctrico en cada rueda.
Conclusión
Ahora la decisión final recaerá sobre los consumidores, son ellos, en último término, quienes tendrán la responsabilidad de decidir qué tipo de vehículo prefieren para el futuro. La guerra contra los combustibles fósiles ha comenzado desde el punto de vista comercial, algo que se esperaba desde hacía ya muchísimo tiempo. Este tipo de vehículos es solo un primer paso, pero es un primer paso que aúna los largos desplazamientos de un modelo a motor de combustión, con la comodidad (mayor par motor, cero emisiones y mantenimiento infinitamente más bajo) de un modelo eléctrico.
Cuando vayas al concesionario a pedir tu Volt ahora, al menos, acudirás sabiendo lo que vas a comprar.
Fuente: MotorSpain