
Varios trabajadores de la fábrica de Mercedes-Benz en Sindelfingen están siendo investigados por sabotaje. Al parecer, varias empresas independientes de reparaciones de los alrededores de la fábrica pagaban a los operarios para que efectuaran sabotajes en los modelos producidos, para poder conseguir contratos de reparaciones por parte de la casa de la estrella.
Los operarios implicados eran, curiosamente, de la sección de control de calidad, y sus artimañas iban desde el afloje de tornillos hasta colocar "líquidos inadecuados" en los circuitos de freno. Los modelos afectados serían de las clases C, E y S. No se ha publicado la cantidad exacta, pero los costes de dichas reparaciones pueden haber costado varios millones de euros a la casa de Stuttgart.
Fuente:Autoblog