




El Sesto Elemento debe apropiadamente su nombre al carbono, sexto elemento en la tabla periódica y base para los materiales compuestos utilizados para dar forma a casi todos los componentes visibles del automóvil, incluyendo unos tubos de escape realizados en Pyrosic, un tipo de fibra de carbono muy resistente al calor. Falta le hace. Los 570 caballos (y 540 Nm) que custodian su motor 5.2 V10 tienen que elevar considerablemente la temperatura de los componentes asociados, pero es que ya se contaba con eso cuando Lambo se marcó un 0 a 100 de 2,5 segundos, ergo su concepción composite.
De todas formas, y como ya te avanzábamos, lo más impresionante del Sesto Elemento será su comportamiento, radicalmente distinto a cualquier Lambo actual; 1,75 CV por kg de masa pueden hacer milagros sobre la pista si están repartidos sobre un chasis con las características de las que alardea la filial de VAG, y de hecho, el Sesto Elemento tiene todo el aspecto de estar mirando a Ferrari en algo más que velocidad punta. Es una auténtica pena que Lamborghini no haya puesto el mismo esfuerzo en su diseño, porque un concept como este lo merecía. Ya veremos en cualquier caso los coches que terminan saliendo del Sesto.
Fuente: Autoblog