“Barsa”, la mejor lluvia, el mejor sol
Barcelona reivindica la belleza del fútbol. Lo hace al adoptarlo como filosofía de juego y al plasmarlo en cada punto cardinal de la cancha.
Lo inculca un hombre joven, Pep Guardiola, fresco de palabras y hasta candoroso de ideas.
"Respetaremos nuestra forma de jugar", dijo antes del partido más importante de la temporada.
Y sus hombres respondieron. Xavi e Iniesta tienen un envidiable sentido del toque y del desmarque. No se los puede atrapar nunca. Tocan y desaparecen. Y vuelven a aparecer en el lugar menos pensado para que la pelota, alegre, siga circulando.
Respondió Messi, el plus del equipo que ayer no hizo lo que acostumbra hacer y logró lo nunca había conseguido: un hermoso gol de cabeza. Y respondieron los demás, y eso que no estuvo Dani Alves.
Barcelona mueve millones de euros, pero tuvo el año futbolístico de su historia con los frutos de su propia cosecha.
Los canteranos, más algunos ilustres, le dieron salud a un juego demasiado parecido en todas sus expresiones geográficas. ¿Y el gran Manchester? Impotente, clavó las rodillas en el piso. "El Barsa" le supo a demasiado.
Messi es “el hombre más feliz del mundo”
El argentino Lionel Messi afirmó luego de la final que "era el hombre más feliz del mundo". "Estoy realmente muy feliz, por mí, por mi familia. Esta es la victoria más importante de mi vida", expresó Messi.
El gol de "la Pulga", un cabezazo a los 25 minutos, incluso llamó la atención del rey Juan Carlos de España, presente en la finalísima. "¿Han visto el gol que hizo Messi? Se elevó, a pesar que es pequeñito, y convirtió ese maravilloso gol de cabeza", dijo su majestad.
El argentino también recibió los elogios de su técnico Guardiola, quien aseguró: "Imagino que ya estarán escribiendo el nombre en el Balón de Oro". "No necesitamos que gane para saber que es el mejor. Jamás se esconde", añadió Guardiola sobre Messi, elegido el mejor jugador de la final.