Espero que al leer este ladrillo saques por lo menos, algo en lo que pensar, eso querra decir que mi reflexión no ha sido en vano...
Una noche cualquiera, fria eso sí, te paras a pensar por un momento y exclamas: "Dios, ya han pasado 20 años de mi vida y ni me he dado cuenta".
Y echas la memoria atrás hasta llegar a los más primitivos recuerdos de tu tierna infancia, a donde la memoria llega a trabajar con bastante dificultad: tu primer dia en la guardería, el parvulario, tu primer dia de clase en 1º de EGB, tus amiguitos del cole, aquella profesora tan guapa y simpatica, el compañero de travesuras con el que tan bien te llevabas porque eraislos dos igual de cabrones, la primera vez que te enamoraste (dentro de lo que podías entender a esa edad por amor, en su estado más inocente y puro), aquella cabalgata a la que fuiste por primera vez, que pasaste toda la noche llorando porque te daban miedo los caballos, la primera tormenta...
Llegas a la etapa de crecimiento, cuando empiezas a tener un poco más de consciencia, y te acuerdas de tus grandes amigos, de los qeu casi nunca te separabas, de aque profesor tan malo que a veces te "arreglaba" las uñas con la regla; las tortugas Ninja, Espinete que el cabron siempre iba en bolas y dormia con el camison puesto, los mundos de Yuppi, los Power Rangers, tu primera videoconsola, LA GAMEBOY, tio, y flipabas con el tetris...
Aparece tu primera "mejor amiga", tu confidente, de cuando todavia se mantenían en secreto las confidencias, despues recuerdas la primera vez que fuiste a esquiar, la nieve, aquella inmensidad blanca que parecia que nunca terminabas de subir, la primera excursión fuera de casa, tu primer campamento de verano, en el que tantos amigos hiciste...
La pre-adolescencia, cuando empiezas a buscar esa "independencia" que tanto envidias en los mayores, el colegio, todos esos profesores asquerosos, otros no tanto, tu primr suspenso, la consecuente bronca y el correspondiente castigo, que por entonces tanto te dolió y que ahora en parte, agradeces.
Llegas a 8º de EGB, la mía, la última generación, y eres de los mayores del cole, y tus compañeros te respetan, algunos, no todos; empiezas a conocer las técnicas de "Apoyo al estudio en pruebas examinatorias", vamos, a copiar; los partidos de fútbol de 15 contra 15 en el recreo, en los que no sabias a quien pasar la pelota...
Y por fin, el Instituto, ya eres casi un hombre, con ciertas "libertades" que ello conlleva. Por aquel entonces no podias mirar a la cara a los de los cursos superiores, ahora ese respeto se ha perdido; empiezas a salir los fines de semana, pero tal vez eso no va contigo y decides buscar una laternativa, un hobby, con el que pasar tus ratos de ocio. Y en clase, las grandes y épicas batallas de borradores y tizas desde que se iba un profesor hasta qeu llegaba el siguiente, los nervios en los exámenes, las nuevas técnicas de "Apoyo al estudio...", el compañero de la mesa de al lado que siempre te tiraba con bolas de papel...
Y tú, que hasta ahora habías sido feliz, te evs rodeados por algo a lo que no habías prestado atención hasta ahora, l@s novi@s y parejas, tal vez porque tú con tus amigos te lo pasabas de maravilla y con eso bastaba.
Hasta que llegó el último año de instituto, en el cual cada uno toma la importante decisión de escoger el rumbo que su vida seguirá a partir de ahora...
En ese momento sabes que cada uno se irá por su lado y a muchos de tus amigos tal vez no los veas en meses, y te das cuenta de que en el armariod e tu felicidad completa se ha quedado un cajón vacío. Intentas llenarlo con nuevas amistades, pero a veces no es suficiente, sabes que necesitas algo más, necesitas a alguien especial. Pero dejas pasar el tiempo y a veces kla búsqueda de ese alguien especial pasa a segundo plano, ya que lo importante ahora es decidir tu futuro.
Una vez tomada la decisión, emprendes tus estudios superiores, porque piensas que en un futuro te servirán de algo (mas tarde te darás cuenta de que sí han servido, por suerte), y empiezas la gran aventura: la vida real con las responsabilidades de una persona adulta (si no todas, gran parte de ellas), buscas trabajo, unas veces con mala suerte y otras con mejor fortuna, aficiones para tu tiempo libre, tus amigos, los que de verdad cuentan, buscar por todos los medios aprovechar al máximo cualquier instante de tu vida porque nunca sabes qué momento será el último.
Pero te sigue faltando algo, ese alguien con quien de verdad desearías compartir tus buenos y malos momentos, porque como dijo una amiga, que seguro va a leer esto, "una alegria compartida es doble alegria y una pena compartida es media pena", y por casualidades de la vida, un dia encuentras a esa persona, pero algo falla, la base de una relacion consiste en la reciprocidad del afecto entre las dos partes, y tal reciprocidad no existe hacia ti, o por lo menos eso se entiende de la famosa frase: "Es que te aprecio mucho como amigo pero...". Intentas en vano buscar una razón o motivo plausible que haya impulsado a dar esa respuesta, y no lo encuentras porque en tu interior sabes que hay algo que te exalta, que te encoge el estomago... Y te resignas a esperar a que, tarde o temprano, ese alguien especial con quien compartir tu vida y tus sentimientos aparezca, tal vez, cuando menos lo busques.
Tienes sueño, así que recoges los trastos y te dispones a apagar la luz, dando gracias porque sabes que hay personas que te quieren, verdader@s amig@s de l@s que te sientes orgulloso, y desenado poder despertarte dentro de unas horas para poder decir, "Aqui estoy, un dia mas". Son las 4 memos diez de la madrugada, sigue haciendo frío y piensas que ya te quedan dos horas menos para cumplir los 21, qué rápido pasa el tiempo...
Angel Garcia Trueba
EDITO: Esa persona a la que hago referencia es hoy mi novia...
