Otra exposición recomendada. Para los que teneis la suerte de tener cerca El Prado:
“El color de Tiziano y el dibujo de Miguel Ángel”
Cuentan que con ese nombre rotuló el que fuera su propio taller, una vez que Tiziano le invitó a abandonar suyo...
Tintoretto sabía de colores por tradición familiar, ya que era hijo de un tintorero (de ahí su nombre). Pintaba con manchas y con filamentos y focos de luces y sombras de colores. Lo hacía con prontitud y premura, sin embargo sus composiciones eran meditadas, sorprendentes, complejas, teatrales, con escenas trágicas y arquitectónicas.
Sus obras tienen algo de escultóricas y están invadidas de color, de luz, de sombra y drama a chorros espontáneos.
Fue definido por Vasari, cronista y biógrafo de la época, como extravagante, caprichoso, rápido y decidido y por Boschini como “un espíritu loco”.
Pero no hay nada dejado a la improvisación.
El estudio de Tintoretto, del que dicen que nunca se apagaba la luz, estaba plagado de estatuas de yeso, copias de las obras de Miguel Ángel, que hacía traer desde Florencia y Roma; de maquetas de cartón creadas por él, con figuras sujetas con hilos en escorzos imposibles; representaciones en barro y cera, cubiertas por telas y ropajes con marcados pliegues, iluminadas con velas en esquinas y rincones para observar los efectos, que luego reflejaba en sus lienzos.
La última cena
Estudiaba de la naturaleza, de miembros de cadáveres, de modelos arquitectónicos...
En sus obras, los infinitos puntos de fuga, le aportan gran dramatismo.
Los personajes quieren escapar del cuadro, pero se vuelven queriendo regresar al mismo centro de la escena o quizás se conforman con permanecer estáticos donde están (?)
...unido a ése magistral uso del color para dar a la obra el mencionado dramatismo
El hallazgo del cuerpo de San Marcos
o resignación
Subida al calvario
