Hay dos posibilidades. La primera es que este señor es el amo y señor del Tuning y ha conseguido más de 2.000-3.000 CV de potencia con 1 litro, con lo cual los alemanes se lo estarían rifando para trabajar en Arden, Hamann… La segunda es que el radar que hizo esa medición estaba defectuoso. Una de las dos posibilidades es compatible con el sentido común, la otra no.
Por tan infame infracción, Rafael fue condenado a pagar una multa de 127 reales, que vienen a ser 78 euros. Naturalmente, recurrió la sentencia ya que su vehículo no puede desarrollar esa velocidad. Pues aquí viene lo gracioso, su recurso se ha desestimado, no admiten que eso es imposible.

El modelo implicado parece ser este inocente Volksgwagen Gol (sin “f”). Ni en ausencia de atmósfera y con óxido nitroso a barriles sería imaginable alcanzar una velocidad típica de avión de pasajeros con este coche.
Esto sí que es recaudación pura y dura. Y luego nos quejamos de la DGT… ¿Qué ocurriría si en España te pilla un radar a 880 Km/h? En teoría nada, los cinemómetros no funcionan con esas velocidades.
Dibujo | Wikipedia
Fuente | Terra