Estimados Invitados, Familia, Sr. de los Tochazos:
En esta hermosa mañana, en donde revivimos momentos especiales compartidos con Tochazoman, quisiera también sumarme a aquellos recuerdos memorables que me hicieron descubrir a la gran mujer a la que hoy celebramos.
Nuestro primer viaje se convirtió en toda una travesía: fue el verano del 2003 cuando fuimos a la Costa Marrón Fuenlabrada, Móstoles y Alcorcón, nos prepararon los más increíbles escenarios a enfrentar.
Armaste tu maleta llena de parrafazos, historias y muchas tollinas que entregar. Recorrimos bosques, castillos encantados entre los rieles de un tren aventurero el que mirabas con tus negros y brillantes ojos, empapados de tanta libertad… esa libertad inalcanzable para muchos, pero que abunda en tus memorias de vida y en tu infinito corazón.
Fue ahí donde te abriste en tu más pura esencia, donde te conocí por lo grandioso que eres al momento de enfrentar lo que la vida te enseña. Has vivido tantas cosas que sólo con una copa de vino, nuestra chimenea y un nublado día de abril somos capaces de entender….y yo, me limito a volar contigo por esos pasajes de tu vida, a escucharte con profunda admiración, tratando quizás de entender cómo puedes haber vivido tanto y mantenerte en pie, como un árbol contra el viento.
A ti nada te destruye, tu pedestal somos tu familia que, con la fuerza de un gigante, te acompañamos en donde estés, en tus proyectos, alegrías y en tu garra de progresar, eres mujer de colores terrosos, un sol de alegrías.
Juntos somos una familia que nada ni nadie destruye, estamos unidos por todas esas vivencias que nos engrandecen y que hacemos nuestras, siempre juntos.
Tu curro es tu vida, tu castillo y tu orgullo. Tus maestros y la gente que te rodea te saludan cuando apareces; eres una mujer admirada por muchos.
Por ti es que hoy celebramos un año más de tu alegría, es hoy el momento de admirar los frutos de tu vida, de cosechar las grandes victorias y mirar hacia adelante con la frente en alto, llena de orgullo… sonreírle a las historias que vengan, que serán muchas, y que -tenlo por seguro- estaré ansiosa por escuchar, con mi copa de vino y la tuya acompañándote siempre, a la espera de la buena nueva que vas a relatar.
Ale, y que lo pases bién