“Bien, tu fuiste una persona buena y ni que decir de tu invención, la cadena de montaje para automóviles cambió el mundo. Como recompensa, puedes pasear a voluntad por el Cielo, puedes ir a cualquier lugar”.
Ford piensa un momento y dice:
“ Quiero estar junto a Dios durante un rato”.
San Pedro le pide a un ángel que acompañe a Ford a la sala privada del Todopoderoso. Ford entra en la sala y le pregunta a Dios con reverencia:
“Señor Todopoderoso, cuando inventaste a la mujer, ¿en que pensabas?”
“¿Que quieres decir con eso?” pregunta el Todopoderoso.
“Bueno Señor, hay grandes problemas en el proyecto de tu invención:









Y estos son sólo algunos de los problemas.”
Dios va para la Supercomputadora Celestial, hace clic en un icono de la pantalla y, casi instantáneamente, aparece un listado.
Dios lee el informe, se vuelve hacia Ford y le dice:
“Puede ser que mi proyecto tenga problemas como dices,
pero en este preciso momento, hay más hombres montados
en mi invento que en el tuyo”.
