
Todo caminos hay muchos en el mercado… pero, hasta el momento, ninguno se llamaba Mini. Y ése va a ser el principal reclamo de este original modelo para ser un éxito.
Desde que, en 2001, BMW adquiriese la firma Mini, este histórico modelo no ha dejado de ampliar su gama: ese año fue el de tres puertas, en el 2005 el Cabrio, en 2008 el familiar -Clubman- y, ahora, llega el Countryman, que entra a formar parte del segmento de los todo camino compactos.
Aunque eso no es todo porque, entre 2011 y 2012, se sumarán un coupé y un roadster. Pero centrándonos en el Countryman… ¿ofrece algo realmente nuevo en la categoría? Básicamente, cuatro cosas: su llamativo diseño -tanto exterior como interior-, una imagen premium, sus amplias posibilidades de equipamiento y personalización -con distintos tipos de adhesivos para decorar la carrocería desde 109 €- y sus cualidades en carretera, donde resulta más ágil y divertido que cualquiera de sus actuales rivales.
Por lo demás, objetivamente, con sus 4,11 m de largo resulta más práctico y espacioso que el Mini de tres puertas -3,69 m- y que el Clubman -3,90 m-… pero, al mismo tiempo, es el más caro con diferencia -el Mini Cooper S de tres puertas es 3.600 euros más barato y la diferencia con respecto al Clubman Cooper S alcanza los 1.500 euros-.
Por dentro y por fuera
Para su elevado precio, la calidad es correcta… aunque el punto fuerte de los Mini continúa siendo, sin duda, el original diseño del salpicadero. El enorme velocímetro -en el centro del salpicadero- obliga a apartar la vista de la carretera para consultarlo; además, los botones de la consola son complejos de manejar y van muy abajo.
Tiene los huecos justos para dejar objetos -los mismos que el de 3p y el Clubman- y algunos, como los de las puertas, son pequeños. En opción -por 93 €-, puede añadir más espacios.
Dispone de mejor visibilidad frontal que el Mini 3p y el Clubman -gracias a un parabrisas más amplio-; sin embargo, los retrovisores son pequeños y deforman demasiado la imagen que proyectan. Otro aspecto a mejorar es el equipamiento de serie: por lo que cuesta, no habría que pagar por una alarma -330 €-, un sensor de lluvia -123 €-…
¿Mini?
Destaca en altura y espacio para las piernas -aquí gana al Mini 3p y al Clubman-. Por anchura, mejor sólo dos -aunque está homologado para cinco-. En 2011, llegará una consola central repleta de huecos que ‘divide’ el habitáculo por la mitad.

Cómo va
El motor más potente de la gama es excelente: siempre responde bien -aunque es cierto que, respecto a otros Mini que lo llevan, y como el coche pesa más resulta algo ‘perezoso’ a bajas revoluciones-, gasta poquito y tiene un sonido bonito. El chasis es el del Mini… pero con una mayor distancia entre ejes y una suspensión más robusta y de mayores recorridos, para poder absorber baches más profundos. A pesar de que la amortiguación es algo más blanda que la del Mini ‘normal’, el coche resulta ágil y divertido… y más cómodo. El cambio manual de seis marchas ofrece un manejo excelente.
¿Y en el campo?
Con sus 14,9 cm de altura libre al suelo, es capaz de circular por pistas de tierra sin problema. Además, gracias al eficaz sistema de tracción total -supone 2.050 €-, se defiende muy bien sobre arena, barro, gravilla…
LA GAMA
One 98 CV 20.800 euros
Cooper 122 CV 23.700 euros
Cooper S 184 CV 28.950 euros
One D 90 CV 22.200 euros
Cooper D 110 CV 25.000 euros
Todos los motores de gasolina ofrecen cambio automático por 1.653 euros más -de serie, monta una caja manual de seis marchas-. Asimismo, los Cooper D y S son los únicos que pueden llevar un sistema de tracción a las cuatro ruedas por un suplemento de 2.050 euros.
Fuente; Autofacil