por bolo » Lun Abr 14, 2008 19:43 pm
¿Un navegador por satélite pegado al parabrisas? No parece la opción más aconsejable por muchísimas razones, así que me incliné por comprar mi coche con el sistema de navegación integrado en el salpicadero. La idea sonaba genial en el concesionario de Citroen, aunque el precio no era precisamente barato: ¡1.948 euros, con el IVA aparte!
Después de pensármelo un poco, hablé con el banco y pedí una cantidad mayor para financiar el vehículo. Al fin y al cabo, estaba comprando seguridad…
Lo divertido vino cuando empecé a utilizar mi nuevo Citroen con navegador integrado. Sobre todo cuando viajo con amigos que compraron su GPS por 300 ó 400 euros. Sus carcajadas se oyen a muchos kilómetros cada vez que comprueban “el servicio” que da el Navidrive de Citroen. Para él, la calle donde trabajo es terreno forestal. También la carretera nacional por la que viajo hasta casa de mi suegra y que se inauguró hace ya dos años. La autopista Madrid-Toledo no existe tampoco y cuando quiero ir desde mi casa a la de mi cuñado, me mete siempre en una urbanización privada y me pone a dar vueltas en una manzana de chalets de la que no sabe salir. ¡Qué risa! Mi suegra y mi cuñado también se parten cuando viajan conmigo en mi nuevo Citroen.
¿Será que la cartografía que le han puesto es demasiado antigua? Me fui al concesionario y allí volvieron a instalar la versión más reciente que les ha enviado Citroen. Tiene fecha de hace tres meses. Y a pesar de eso, el único gran centro comercial que tiene la ciudad de Toledo (inaugurado en septiembre de 2004) es un bosque de pinos. ¡Qué pedazo de navegador por 2.000 euros!
¿Y qué dice en el Servicio de Atención al Cliente de la Marca? Pues que ellos no fabrican el Navegador (pero sí que lo cobran, claro) y que le pasan mi protesta al proveedor del producto. Supongo que ellos tampoco fabrican las bujías, ni las baterías, ni los neumáticos, así que uno se pregunta si serán de la misma calidad que el GPS…
En resumen: que si quiero una cartografía actualizada, tendré que esperar hasta que la pongan a la venta y Citroen, desde luego, no me la va a poner gratis. ¡Cuesta más de cien euros y sacan dos nuevas versiones cada año! Claro que, si la de noviembre de 2007 no reconoce cosas que existen desde hace tres año, no me creo que la próxima vaya a ser mucho mejor…
¿A qué conclusión he llegado? Pues no era difícil: si lo que más se ve en el coche es así de malo, es lógico pensar que todo lo que lleve por dentro será de la misma calidad. ¡Y con la seguridad no se juega, señores!
Voy a poner el Citroen a la venta, a ver si encuentro algún bobo que quiera darme por él una buena pasta con el cuento de que tiene un navegador de más de 2.000 euros. Luego me compraré un coche como Dios manda y que tenga un servicio post venta de verdad.
¡¡¡Mucho ojo con Citroen!!!