por arrow_l » Mar May 13, 2008 13:13 pm
El mosqueante altruismo de los promotores españoles, por Enrique Utrera
Resulta ya cargante para el ciudadano de a pie la exhibición de generosidad de nuestros gobernantes, nuestros banqueros y, a la desperada y en última instancia, de -¡sorpréndanse!- nuestros promotores inmobiliarios. “Yo no he pedido ayudas para el sector y no las pediré nunca, porque cada uno debe aguantar sus responsabilidades. Las pido para los compradores”. La frase es del presidente de la patronal de los promotores y constructores españoles, Guillermo Chicote. ¡Qué altruismo, señores!
En honor a la verdad, no es la primera vez que Chicote –un defensor a ultranza de la vivienda concertada, a través de la cual se garantizaría un tipo fijo durante cinco años a los compradores- se pone en el lado de los sufridos pagadores de la letra mensual. En realidad lo está haciendo desde que estalló la burbuja. Chicote, que en febrero del año pasado decía que “no se sabe en qué datos o en qué argumentos se basan” en referencia a la sobrevaloración que la OCDE había detectado en el mercado inmobiliario español, reconoce ahora que el sector se ha pasado construyendo, que los precios se han ajustado y que hay “gente” que los tendrá que volver a ajustar.
Contradicciones aparte, no cabe duda de que Chicote está en su papel, y que su ataque al vicepresidente Solbes el viernes responde a una tremenda sensación de desprotección. Esa que le genera el hecho de que el Gobierno no esté dispuesto a poner paños calientes a la caída a los infiernos del ladrillo, por más que David Taguas –un hombre de Miguel Sebastián- ya ocupe la presidencia de Seopan. Pero una cosa es pedir –en este país lo hace todo el mundo visto el espíritu presuntamente proteccionista del Gobierno- y otra acusar al Ejecutivo de “hacer discursitos” y de frivolidad y de recordarle la aportación a la recaudación fiscal. ¿Qué esperaban, quedarse con parte de los impuestos?
Para discursitos, los que se ha marcado el sector desde sus diferentes atalayas negando la realidad y diciendo que el ajuste está llegando a su final, a pesar de que no se venden viviendas y de que hay un excedente de inmuebles poco disimulable. En vez de asumir un ajuste duro o durísimo al que le queda mucho recorrido apostando por la calidad, la imaginación y las economías de guerra, ahora se trata de lanzar el mensaje de que hay que ayudar al comprador para que la noria del sector siga girando. ¿Y si la mejor solución es no comprar ahora? ¿Y si no le correspondiera al sector promotor pedir ayudas que suponen unos gastos con los que seguro que no van a cargar los jefes del ladrillo español?
Qué mal tienen que estar las cosas para que el Gobierno y los bancos nos amplíen gratis las hipotecas y los promotores hagan campañas a nuestro favor. Todo por nuestro bien, claro. No se recuerdan mensajes similares cuando las viviendas se vendían sobre plano, las casetas de venta eran un elemento decorativo y los especuladores se lanzaban a puerta vacía mientras y los compradores de casas de a pie se endeudaban brutalmente con hipotecas interminables y condiciones leoninas. ¡Cómo los hubiéramos agradecido entonces!
fuente: bolsacinco
Mira con quien andas.... y si está buena, me la mandas.
